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Té Matcha: propiedades, usos y receta del Matcha Latte

Té Matcha, el preciado polvo verde

El té verde es uno de los productos más consumidos en Japón por sus propiedades beneficiosas para la salud. Dentro de sus variedades, el más apreciado por su calidad es el matcha. Esta palabra japonesa significa té restregado o molido. Los chinos fueron los primeros que consumieron té molido, pero fueron los japoneses los que perfeccionaron su elaboración y generalizaron su consumo.

Antiguamente, este finísimo polvo verde de las hojas del té era reservado exclusivamente para el Sado (la ceremonia del té japonesa). El té matcha se disuelve fácilmente en agua y se consigue tras un proceso de cultivo, recolección y elaboración muy especiales.

Las hojas más mimadas

Una de las regiones de Japón más famosas por la producción de matcha es Uji, en la prefectura de Kioto. Uji es una zona montañosa y con las condiciones climáticas de humedad ideales para que la planta del té (Camellia Sinensis) ofrezca unas hojas con un sabor y valor nutricional inmejorables.

Para conseguir las hojas de té para elaborar el matcha, las plantas se han de cubrir para protegerlas de la luz directa del sol unas ocho semanas antes de su recogida. La primera recolección se realiza a mano y sólo se escoge el botón floral y las dos o tres hojas más finas y tiernas que lo acompañan. Estas hojas reciben el nombre de tencha. Dicha cosecha se reserva para el matcha que se consume como bebida. La segunda y tercera recogida se hace a máquina y de ellas se extrae el matcha que se utiliza con fines culinarios.

Para mantener las propiedades y el color de esa hoja de té de primera calidad, después de la recolección, el tencha se pasa cuidadosamente al vapor. A continuación se retira del mismo toda la fibra rugosa (tallos y venas) para asegurar que se obtenga un polvo fino. Por último, se somete a un proceso de triturado largo y minucioso. Molinos tradicionales de piedra de granito dan a la hoja de té una textura parecida al talco.

Fuente de salud para nuestro organismo

Al tapar las plantas del té se consigue retrasar el crecimiento y aumentar el contenido de clorofila, de L-teanina, de catequinas y nutrientes en general. La concentración de clorofila es la que proporciona al matcha su color verde intenso. El L-teanina es un aminoácido que facilita la relajación y da sensación de bienestar sin producir somnolencia.

Este tipo de té es rico en uno de los antioxidantes más potentes y beneficiosos para nuestro organismo: las catequinas. Por poner un ejemplo: el matcha tiene mil trescientas unidades por gramo de antioxidantes, unas veinte veces más que los arándanos o las granadas.

Además de prevenir el envejecimiento por actuar en la absorción de los radicales libres, las catequinas inciden directamente en la quema de grasas del organismo y ayudan a prevenir enfermedades crónicas como la artritis. Este antioxidante también se ha demostrado uno de los más eficaces en la prevención y tratamiento del cáncer. Las catequinas del matcha tienen propiedades antibióticas que favorecen una buena salud general y fortalecen el sistema inmunológico.

El té matcha también tiene un alto contenido en cafeína o teína. Eso sí, nunca en niveles superiores al café u otro tipo de infusiones. Este alcaloide está presente en mayor porcentaje que en otros tés verdes. Como lo que se ingiere es directamente la hoja de camelia sinensis machacada, el organismo absorbe mayor cantidad de cafeína. Por este motivo, el consumo excesivo está contraindicado en personas con hipertensión arterial, enfermedades renales y cardíacas, además de no estar recomendado en personas con trastornos intestinales.

La longevidad de los japoneses se atribuye, en parte, al consumo de té verde. La toma de esta bebida saludable en sus diferentes variedades puede llegar a ser de tres a cuatro tazas al día.

De la ceremonia del té al tiramisú

Como ya hemos dicho, el matcha se utilizaba en la antigüedad exclusivamente para la ceremonia del té: un ritual ancestral y preciosista de la cultura nipona. En la actualidad, el matcha se ha introducido en las cocinas como uno de los ingredientes para elaborar diversos platos (principalmente dulces).

El mochi (pastelito de masa de arroz), las magdalenas, los batidos, los bizcochos, incluso el tradicional tiramisú italiano incorporan el matcha como ingrediente. A parte de su sabor y sus valores nutricionales, este té aporta a los postres ese color verde intenso que le caracteriza. Al partir por la mitad una magdalena hecha con matcha, lo primero que te preguntas es si ese color es fruto de algún colorante artificial. Nada más lejos de la realidad.

El matcha disuelto en agua tiene un sabor más suave y dulce al paladar que el utilizado para la elaboración de postres u otras recetas, que suele ser más fuerte y amargo. Algunas de las teterías de Barcelona ofrecen a sus clientes la experiencia de participar en una ceremonia del té japonesa y disfrutar de un cuenco de matcha elaborado de forma tradicional.

En la capital catalana reside desde hace casi 30 años uno de los pasteleros japoneses más prestigiosos, Takashi Ochiai, la magdalena de té matcha que prepara es una auténtica delicia. Según afirma, uno de los secretos de su elaboración reside en el té de primera calidad que utiliza y que va a buscar directamente a Japón.

Escrito por Teresa Girón para Cocina tu Imaginación