Blog

El Celler de Can Roca, mejor restaurante del mundo

El Celler de Can Roca

31 de Marzo de 2018 a las 23:59h…

Sentada en el sofá con el portátil en mano, pendiente del cambio de minuto al 00:00 que anuncia que el mes de Abril empieza. Y con él, la nueva lista de inscripción para reservar mesa en uno de los mejores restaurantes del mundo, El Celler de Can Roca…

Empiezo el proceso de reserva y me da error, no puede ser, no he sido suficientemente rápida? Segundo intento, ahora si! Escojo día del mes de Marzo y que mejor que hacerlo para mi cumpleaños? Pues dicho y hecho, reserva confirmada y ya solo queda esperar un año.

En la actualidad…

Han pasado ya unos días desde que disfruté de una experiencia gastronómica maravillosa y todavía recuerdo el sabor, aroma y textura de los platos. Y es que tener la oportunidad de degustar las creaciones del que ha sido considerado en dos ocasiones como mejor restaurante del mundo es algo difícil de olvidar.

Muchos son los que dicen “¿un año de espera por comer en un restaurante?”“¿eso has pagado por comer?”, pero los que como yo, sois apasionados de la cocina, estoy segura que vivir esta experiencia en primera persona os dejará maravillados.

Un poco de historia…

Can Roca es el restaurante de menú diario que los padres de los hermanos Roca, abrieron en un barrio de la ciudad de Girona. Una sencilla casa de comidas, donde los tres hermanos crecieron, se empaparon del oficio y donde dieron sus primeros pasos. A día de hoy el restaurante familiar sigue ahí, con su cocina tradicional, su menú de cada día y donde se reune para comer cada día la gran familia que forma el equipo del Celler.

Y cerca de allí, situado en la calle Sunyer 48 en el barrio gironí de Talaià, encontramos El Celler de Can Roca, fundado en el año 1986 por los tres hermanos. Cada uno de ellos dirige uno de los aspectos del restaurante, Joan al frente de las cocinas, Josep el especialista en vinos y Jordi a cargo de la pastelería y repostería.

La experiencia…

Después de atravesar un bonito jardín-terraza, llegas a una amplia recepción donde te reciben con amabilidad y te conducen a tu mesa, pasando por delante de las puertas de las cocinas y de la entrada a la bodega. El comedor es diáfano, con mucha luz natural (fui a la hora de comer) y con las mesas dispuestas alrededor de un pequeño espacio interior arbolado acristalado.

Ya cómodamente sentados en nuestra mesa y con una copa de cava en la mano nos dan a elegir entre dos tipos de menús y nos decidimos por el menú festival, el más completo de los dos, que ya que estás…

Y entonces empieza la magia, una auténtica alquimia hecha con alimentos que nos deja con la boca abierta.

Una gran variedad de aperitivos como “comerse el mundo”, 5 bocados con sabores de diferentes paises, o el pequeño olivo bonsai con helado de oliva verde en sus ramas, hacen de delicioso preludio de los que nos espera (decir que cambiaron uno de los bocaditos de «comerse el mundo» ante mi petición de no comer cordero).

Después llega el turno de los platos, 12 en total, y a cada cual mejor, entre los que destaco los guisantes a la brasa con emulsión de su vaina y vainilla (todavía sueño con el), gamba marinada en vinagre de arroz, anguila chapada del Delta del Ebro…

Y por último, llegan las creaciones de Jordi Roca, los postres, para rematar con el dulce un menú espectacular. Un postre con sabor a bosque, una tarta al whisky como no he probado nunca y que acompañan con un whisky “a la tarta” artesanal y para terminar la manzana de feria, esfera de caramelo soplado rellena de espuma de manzana al horno que nos deja literalmente con la boca abierta.

Toques tradicionales en la más pura cocina de vanguardia, técnica e imaginación a partes iguales, innovación constante…, ¿existe algún restaurante que roce la perfección? Desconozco cuantos, pero sin duda El Celler de Can Roca es uno de ellos.

www.cellercanroca.com