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Huevo poché, como hacerlo fácilmente

huevo poché

El huevo poché o huevo escalfado es, sin duda, una de las maneras de preparar este alimento que más nos asusta por su dificultad. Encontrar ese equilibrio de textura, con la clara semicuajada y esa yemita líquida que nos chorrea al partirlo, no es tarea fácil. Aquí van unos cuantos truquillos para que nos queden perfectos y no morir en el intento.

Internet está lleno de maneras diferentes de prepararlos, de trucos más o menos recomendables que te garantizan el éxito aunque no sepas ni cortar una cebolla, de aparatos y artilugios que prometen la perfección, pero…qué es lo que funciona realmente?

El método tradicional de preparar un huevo poché es introducirlo, una vez que lo hemos sacado de su cáscara, en agua hirviendo y darle esa forma redondita en la que la yema queda recubierta por la clara. No te voy a engañar diciendo que es muy fácil porque requiere su técnica y sobre todo muuuuuucha práctica.

  • Para hacerlos de esta manera tienes que poner un cazo con agua al fuego, cuando empiece a hervir haz un remolino en el agua con la ayuda de una cuchara o unas varillas y vuelca el huevo en el centro del remolino con mucho cuidado. Las vueltas que sigue dando el agua harán que la clara vaya cubriendo la yema a medida que empieza a cuajar. Dejamos cocer 3 minutos y retiramos con una espumadera y mucho cariño, la clara nos quedará sólida pero sin cuajar del todo y la yema líquida en el interior. Eso si, para que esto sea así es muuuuuy importante que el huevo sea bien fresco, ya que a medida que pasan días desde la puesta la clara se vuelve más líquida y se dispersa por el agua. Eso no quiere decir que no podamos escalfar un huevo que tiene ya unos días, hay algún truquito que podemos utilizar como el añadirle al agua un chorrito de vinagre o poner el huevo dentro de un colador sumergido en el agua de hervir. Lo dicho, requiere práctica y puede ser que los primeros no ganen un concurso de belleza, pero seguro que le pillas el truco.
  • El siguiente método es el que yo más utilizo, es una forma fácil y muy efectiva de prepararlo y me da la textura que a mi me gusta. Necesitas un cuenco pequeño o tacita, corta un trozo de papel film un poco más grande que el cuenco y que nos permita hacer un saquito. Engrasa el film con un poco de aceite de oliva, colócalo cubriendo el cuenco,  vuelca el huevo en el interior y sazona. Junta las puntas formando un saquito, ata con un cordel o pinza (a veces aguanta bien solo retorciendo el papel film) e introdúcelos en un cazo con agua hirviendo. Cuece 4 minutos, retira el papel film y ya lo tienes listo!

huevo poché

Hacerlos de esta manera te permite también aderezarlos como más te guste, sal y pimienta, hierbas aromáticas, aceites aromatizados (prueba con el de trufa), trocitos de jamón…

El huevo poché es el acompañamiento perfecto de muchos platos como la tosta de espárragos de la foto, un pisto manchego, un risotto, un salteado de setas o donde más te apetezca!

 

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